domingo, 12 de octubre de 2008

No pudo ser

No pudo ser. Cuando estábamos todos casi convencidos de que Pilar iba a conseguir por fin vencer en esa lucha que mantenía con el cáncer, sobre todo después de la operación a la que fue sometida el pasado día 8 de septiembre, una metástasis fulminante, que se desarrolló en apenas unas horas (no sabemos exactamente si unas horas o unos días), hizo que dejara de respirar el día 29 de septiembre, al filo de las 18:30 de la tarde. A los que estuvimos allí con ella hasta el último momento, su madre, mi padre, su prima Asun y yo mismo, nos queda al menos el consuelo de que no sufrió nada, en ningún momento. Cuando empezó a respirar ligeramente mal, le pusieron una sedación que consiguió que muriera de una forma serena, indolora, como si se hubiera quedado dormida.

Esta es por tanto la última entrada de un blog que era de ella, que tenía sentido mientras estaba con nosotros, pero que lo pierde ante lo que ha ocurrido. Lo siento profundamente por todas aquellas personas que veían el blog como un canto a la esperanza, al optimismo, a la lucha, a la fe en la vida, porque aunque durante todo este tiempo lo ha sido, y aunque a mi me gustara que esta última entrada también lo fuera para todos los que conocimos a Pilar, comprendo que hay personas que no van a tomárselo así. A los que sufrís o habéis sufrido la enfermedad, creo que os va resultar muy duro leer en esta entrada que Pilar ha fallecido, pero quiero deciros también que el tipo de cáncer que tenía Pilar era de los más terribles y devastadores que se suelen dar, y que aún así, su lucha la llevó a disfrutar durante un año y medio de su familia, de sus amigos...De su vida, en definitiva. He escuchado varias veces a lo largo de estos días “tanta lucha, y al final...”. No comparto ese punto de vista. La lucha de Pilar la llevó a superar durante el primer año un cáncer terrible, y a vencer como si nada un tumor en el pulmón de tres centímetros de diámetro. Ha tenido muy mala suerte durante la tercera batalla, pero poco antes de fallecer, apenas dos meses antes, disfrutamos todos (Pilar, Sergio, mi hermana Laura, Javier, mi cuñado, Adrian y Héctor, mis sobrinos) de un viaje a Alemania en el que Pilar se lo pasó en grande, haciendo lo que más le gustaba, que era viajar. Durante un año y medio ha mantenido una fortaleza de espíritu y una alegría que otras personas, en sus circunstancias, no habrían conseguido mantener. Durante el último año y medio nos ha dado, a su familia y a sus amigos, una lección de vida, de lucha y de filosofía vital que permanecerá con nosotros a lo largo de toda nuestra vida. No creo que haya luchado Pilar “para nada”. El cáncer se la ha llevado finalmente, pero la huella de su fuerte personalidad perdurará entre nosotros durante mucho tiempo. El dolor es terrible, pero pasará, y todos los que la hemos tratado saldremos más fortalecidos, más luchadores, mejores personas, en definitiva. Nos queda el consuelo de que ha conservado la sonrisa y el sentido del humor hasta el último día, de que nos ha abandonado de una forma sencilla, sin estridencias, tal y como ella acostumbraba a hacerlo todo.

El lunes por la noche, y el martes, en el tanatorio, hasta la incineración en la Almudena a las siete de la tarde, se vieron muchas lágrimas, mucho dolor, mucho desgarro. La familia comentaba, algunos días después, que nunca habían visto llorar a tanta gente por una persona fallecida. Familiares, amigos, compañeros míos de trabajo... Y también los dueños de la pastelería, la peluquera de toda la vida, vecinos, incluso los amigos que me llamaron por teléfono ese día y durante varios días después... Durante la ceremonia que se celebró en el tanatorio por la tarde, se llenó la capilla, bastante grande por cierto, algo que yo nunca había visto en ningún otra ceremonia de esas características. No puedo comparar, porque nunca he vivido un fallecimiento con tanta carga emocional para mi como el de Pilar.

El día del funeral, el pasado jueves 9 de octubre, estuvimos también acompañados por un gran número de personas. Tanto Sergio como yo habíamos empezado esa semana, él el colegio y yo el trabajo, y la actividad ayuda a que la cabeza esté ocupada en otras cosas. Nos mantuvimos juntos en el pasillo central de la Iglesia, recibiendo los saludos y abrazos de parientes, amigos, vecinos y compañeros, tanto míos como suyos. Haber pasado ese momento al lado de mi hijo, que se mantenía con una entereza y una fortaleza dignamente heredada de Pilar, supuso para mi un enorme privilegio. Los padres de Pilar, que han sufrido lo indecible desde que le diagnosticaron el cáncer a su única hija, estaban también con nosotros, y también muy enteros, aunque en uno de los laterales de la Iglesia. Al verles a ellos, a Sergio, a mis propios padres, a mis hermanos y a los familiares de Pilar más cercanos, con esa entereza, con esa paz y con esa fortaleza de espíritu, me di cuenta de que el inmenso dolor que habíamos sentido unos días antes estaba empezando a remitir, a ceder su lugar al recuerdo. Supe en ese momento que Pilar estaba allí, en la iglesia, mirándonos a todos los que estábamos allí congregados en su honor, y pensaba “¿pero porqué estáis todos tan serios?. Por el amor de Dios, sonreíd un poco, que tenéis cara de funeral...”. Es lo que a ella le habría gustado, y eso es algo que llevo practicando en mi vida cotidiana con verdadera intención durante todo el tiempo que llevo sin ella. “Es lo que a ella le habría gustado”.

¿Qué era exactamente lo que más apreciábamos en Pilar los que la conocíamos?. Es algo que me he preguntado muchas veces a lo largo de estos últimos años. Independientemente de que yo la quisiera, algo que indiscutiblemente influye, muchas veces me planteaba qué era de ella lo que podía atraer a los demás. Pilar no era precisamente un dechado de belleza física (yo tampoco, que conste, aunque los dos gozáramos de una gran belleza interior), pero tenía una facilidad enorme para caer bien a la gente. ¿Porqué?. Por varias razones, que se concatenan para formar una personalidad importante, atrayente, sugerente y de la que aprender. Una personalidad en la que lo más importante era eso, su fuerte personalidad, su riqueza interior, guardada en una “cáscara”, como decía ella, que no era importante. “Lo importante es lo de dentro”, repetía siempre. Pilar atraía porque era, en primer lugar, inmensamente respetuosa con todo el mundo. Es una frase que también se ha escuchado mucho a lo largo de estos días. “Es que Pilar no hablaba mal de nadie”. Es verdad, os lo juro. Ni siquiera en la intimidad. A veces me afeaba la conducta cuando yo criticaba la actitud de algún conocido.

Ese respeto a los demás la llevaba a la tolerancia, otra de sus características. “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Es una frase de Voltaire, que algunos conocéis porque la utilizo en algunos foros en los que participo. Es plenamente aplicable a Pilar, hasta el punto de que podría ser suya. Pilar era tolerante hasta el punto de que consiguió reunir en su despedida a ateos, agnósticos, protestantes y hasta a algún musulmán. Esto no deja de ser una tontería, porque a la hora de despedir a alguien todo el mundo está ahí, pero que Pilar era tolerante está demostrado, y todos los que la conocíais sabéis de sobre que es así.

Pilar era también una persona completamente autónoma. Durante muchos años he estado trabajando fuera de nuestro hogar, y en ningún momento se ha resentido la familia, sino más bien todo lo contrario. Eramos capaces de conservar cada uno nuestra parcela de individualidad, incluso estando juntos, algo que mucha gente de nuestro entorno admiraba profundamente.

¿Qué era, pues, resumiendo, lo que atraía de ella?. Hablo por mi, y creo que estoy en lo cierto: su bondad. Su infinita bondad. Pero no una bondad pacata, no, de esa que se relaciona con la tontería. Los que la conocíais directamente sabéis de sobra que Pilar era buena, pero que no tenía un pelo de tonta. Poco a poco, silenciosamente, sin estridencias, con entereza y con una fortaleza digna de los titanes de la antigüedad, Pilar ha conseguido lo que se había propuesto en esta vida. Una vida plena, una familia que la adoraba, una casa completamente decorada a su gusto, un entorno, en fin, verdaderamente ejemplar. Un entorno que ella manejaba con una soltura admirable, con una fortaleza digna de elogio, y con una inteligencia que se salía de lo normal. Y todo lo consiguió ella, que conste, poniendo yo de mi parte, por supuesto, pero siempre bajo su dirección. Pilar ha hecho lo que siempre ha querido hacer. No hemos vivido con grandes lujos, ni nos hemos obsesionado por conseguirlos (otra característica de Pilar: la absoluta falta de envidia hacia cualquier cosa material), pero todos los años hacíamos varios viajes, que como ya he dicho antes, era lo que más le gustaba. De vez en cuando se daba un capricho, algún bolso, un vestido o unos zapatos bonitos. Sergio es un niño (ya está dejando de serlo) que jamás nos ha dado ningún problema, que hasta el momento está demostrando ser un digno hijo de su madre, respetuoso, maduro, inteligente, y con una característica nueva que nos está demostrando estos días: su fortaleza, calcada de la que tenía su madre. ¿Qué más se puede pedir?. Como decía el sacerdote en la ceremonia del tanatorio, hay personas que viven más años, pero no por eso quiere decir que hayan tenido una vida plena. Pilar la ha vivido, y aunque a todos nos hubiera encantado que hubiera seguido entre nosotros durante bastantes años más, el balance final ha sido muy positivo.

He escuchado otras frases durante todos estos días que me han dado también bastante que pensar. “La vida es injusta”, “con tanto cabrón como anda suelto, le ha tenido que tocar a ella”... Y otras del mismo estilo. Algunos creyentes de nuestro entorno han llegado incluso a planearse la existencia de Dios. Es cierto. Puede verse desde ese punto de vista. Ya sabéis que Pilar y yo teníamos nuestras ideas más o menos al respecto, pero que en cualquier caso respetábamos las de todo el mundo, y hasta para los creyentes que han dudado, para los de los “cabrones que andan sueltos”, podría buscarse un argumento. Haced un ejercicio de imaginación. Puede que exista un Dios, y que esté allí arriba, el hombre, con su barba blanca, viendo a Pilar todos los días, y que un buen día se le ocurra una idea. “¿Qué hace esa joya de persona en medio de ese mundo de miserables?. Me la voy a traer para aquí arriba, a ver si me pone un poco de orden en este circo”. ¿Porqué no podría ser así?. El pensamiento es libre, amigos, y seguro que cada uno, buscando un poco, encuentra una explicación a algo que parece no tenerla. Las hay para todos los gustos, o no hay ninguna. Como queráis.

Así que nada, ha llegado la hora de despedir el blog. Lamento que esta última entrada no haya tenido el aire festivo y jovial que solían tener todas, pero estoy seguro de que lo comprenderéis. A los que no habéis conocido personalmente a Pilar, espero que os hayáis podido hacer una idea, aunque minúscula, con este blog. Insignificante, comparado con la riqueza de su personalidad y su trayectoria vital, sobre las que podrían escribirse varias enciclopedias, pero sincero y revelador en algunas ocasiones. A los que la habéis conocido y la habéis llorado junto a mi durante estos días...Pues nada, ¿qué queréis que os diga?. Que tratéis de imaginaros a Pilar, como ya lo estoy empezando a hacer yo, con esa inconfundible voz que ponía cuando nos echaba una regañina, diciéndonos, desde esté donde esté: “¿Pero es que vais a seguir llorando mucho tiempo?. Venga, so vagos, poneos ya a poner en práctica todo lo que os he enseñado a lo largo de mi vida”. Y es verdad. Nos ha dado una lección de vida tan enorme, que no sé si llegaremos algún día a aprobar el examen con la matrícula de honor con lo que lo ha hecho ella. Deciros también que Pilar sigue con nosotros, y que está en Sergio. Su forma de actuar me recuerda cada vez más a la de su madre.

Quiero agradecer la inmensa ayuda y apoyo que he recibido, durante la última fase de la enfermedad, de una persona que participa en varios foros, a la que no conozco personalmente, pero que me ha enviado mensajes privados que me han ayudado a sobrellevar la carga con entereza y una gran carga de sensibilidad. Me refiero a Blanca Miosi, gran escritora y mejor persona. En este mismo sentido, agradecer a Corazonacar, Charo Bolívar y Andrés Pons, además de a todos los amigos de la página de Yoescribo, su ayuda también, con mensajes, apoyo, consejos y hasta palabras en la radio por parte de Andrés. Y a tantos y tantos amigos, familiares y compañeros, que habéis estado a mi lado, llorando conmigo, en estos terribles momentos de dolor, gracias, gracias y mil veces gracias.

Víctor, amigo, algún día nos beberemos una botella de tequila en homenaje a Pilar, no te quepa duda. Carmen, Pilar sigue siendo en nuestros corazones “la mujer que corre con los lobos”. El blog comenzó con esa frase tuya, tan emotiva, tan sugerente, y justo es que termine con otra, la frase que me has regalado de Bourdakian, que también me ha llegado al corazón, y que me has enviado estos últimos días. Me parece lo más acertado para finalizar, y es realmente lo que quiero que hagáis todos:

“No llores porque las cosas han terminado; sonríe porque han existido”.

Un fuerte abrazo a todos, y un beso para ti, Pilar.



21 comentarios:

TdeL dijo...

¡Hola!
Felixon, no se que decirte. No sabes cuanto lo siento, de veras, mucho.
Tal vez otro día puedan salir otras palabras de mi. Ahora solo quiero decirte que lo siento, lo siento mucho....
Besos.AlmaLeonor

Anónimo dijo...

En cuestión de horas se ha venido abajo toda la ilusión de una familia esperanzados de que su mujer, madre e hija, se levantara en cualquier momento de la cama del hospital y comenzara a hacer su vida como hasta hace más de un año y medio, y en tres horas se ha desmoronado todo. Tres horas de mierda.

Nada va a reparar el daño causado y nada va a devolvernos a Pilar. Mi vida la pondría en juego si fuera necesario para traerla de vuelta a casa. Nunca hemos sentido en mi casa tanto desconsuelo ni tanta rabia. Desconsuelo por la pérdida de nuestra mejor amiga y rabia porque te asalta la impotencia. Estoy tan cabreado, tan desilusionado, tan desecho que no se como quitarme tanta ira de encima. Sé que estoy siendo egoísta y sé que hay muchos casos parecidos, pero a mi ahora sólo me importa que Pilar ya no está y sufro -sufrimos todos- por lo que nos duele.

Me han jodido los cumpleaños que celebrábamos juntos Pilar y yo, me han jodido las cenas que Pilar me preparaba los viernes en su casa haciendo inventos nuevos en la cocina, me han jodido los viajes que hacíamos juntos las dos familias, me han jodido disfrutar de una persona irrepetible, me han jodido sentarme a charlar junto a una gran mujer, me han jodido disfrutar de su sonrisa, de sus carcajadas, me han jodido la amistad que tenía con Pilar porque no se volverá a repetir. Me han jodido.

Maldigo a la ciencia porque le queda mucho camino por recorrer; maldigo a la medicina porque a pesar de todos sus avances, no saben nada; maldigo a la naturaleza porque no hizo bien su trabajo; maldigo al tiempo que ha tenido la desfachatez de parar las agujas del reloj de mi amiga; maldigo el cáncer por asesino y cruel; maldigo al destino porque me ha defraudado; maldigo a los dioses de todas las creencias y religiones porque nunca están cuando se les necesita; maldigo a la justicia divina porque es traicionera; maldigo todo lo que ha provocado la enfermedad y el fallecimiento de mi amiga. Y por supuesto me maldigo yo por creer que esto tendría otro final. Malditos todos.

Sé que mi amigo, mi mejor amigo Félix, no está de acuerdo con algunas cosas de las que aquí digo, pero también sé que me entiende, que me conoce muy bien y lo que yo diga, aunque para otros no tenga sentido, para mi si. Sabe lo que sentimos por Pilar y que así permanecerá en nosotros para siempre aunque no podamos disfrutar ya de su presencia.

Anita dijo...

Un beso inmenso valiente y muchas felicidades en el día de tu santo Pilar. Quiera Dios que algún día podamos conocernos y gozar eternamente del tesoro que es la amistad de alguien como tú.
A tí Felix, quizás cuando pase algún tiempo podamos seguir disfrutando de tus escritos aquí o en otro blog si es que te apetece. Seguro que a Pilar le encantará ver que estás haciendo algo que te gusta y que además a los demás nos complace también. Desgraciadamente ya no podrán ser motivo de tus relatos de las batallas que ha ganado Pilar pero....seguro que ella inspirará muchos de tus escritos y también seguro que le gustaría que los compartieras con nosotros.
Un beso muy muy fuerte para tí y también para Sergio y deciros que aunque no podais disfrutar fisicamente del ANGEL PILAR, ella desde el cielo donde ¡no dudeis! que está os va a iluminar por siempre en vuestro camino por la vida.

Víctor Hugo Escalante Razo dijo...

Bueno, amigo mío, aunque ya te he dicho muchas cosas, siempre siento que no he terminado de decírtelo todo. Como dice José Antonio, me han jodido, porque no tuve la oportunidad de conocer a Pilar en persona.

Sin embargo, prefiero quedarme con tu frase de despedida, porque me hiciste recordar cuando falleció mi madre. Hace tres años de aquello, y si bien hoy aún hay veces en que me saca una lágrima, la mayoría de las veces, cuando duermo en la cama que antes era la de ella, o simplemente por querer recordarla, no puedo evitar pensar: "Te sigo amando".

Como bien dices, perdiste a Pilar sólo físicamente, pero estoy más que seguro de que te sucede igual que a mí con mi madre: sigues amando a Pilar, y eso ni la muerte lo podrá remediar. Ten por seguro que nos tomaremos no una, sino varias botellas de tequila, y ella nos acompañará, que basándome en lo que has contado de Pilar, ella encontrará el modo.

Andres Pons dijo...

Amigo mio solo te deseo que puedas salir adelante. No sabes cuanto lo siento. Yo perdi a mi padre hace un tiempo pero sigo viendo su rostro y hablando con el.

Estoy seguro que Pilar seguira en tu vida.

Un Afectuoso saludo.
AP.

Anónimo dijo...

Querido hermano,

Hasta la fecha no había dejado ningún comentario en tu blog, a pesar de leer con verdadera avidez todo lo que has estado escribiendo. En el trabajo, en casa… El lugar daba lo mismo. Lo importante es que desde el momento en que comunicabas una nueva entrada, ya tenía una nueva prioridad que me haría disfrutar de tu manera de escribir.

Félix, ¿qué puedo decirte? Tu dolor es mi desconsuelo. Tus logros, tu entereza, tu bondad, tu cariño, tu humildad, tu sencillez, son mi referencia. Me siento muy afortunado de tener un hermano como tú, y de formar parte de una familia maravillosa.

Yo también lo percibí. Durante la misa del pasado jueves sabía que Pilar estaba allí sentadita, y nos miraba con una sonrisa. Como siempre ha hecho: con absoluta discreción, y sin hacer ruido.

Cuando me acosté ayer por la noche, le dije a Leticia que me gustaría hablar un rato con Pilar, para saber simplemente si estaba bien. Me dijo que estaba segura de ello. Que sería un poco difícil verle la cara, pero que de un modo u otro notaremos su presencia en muchas ocasiones a lo largo de nuestras vidas porque como bien dices, seguramente ya estará ahí arriba realizando unos “pequeños arreglos” para ayudarnos cuando flaqueemos o cuando necesitemos una inyección de optimismo.

Siempre he pensado que todos estamos aquí para una misión concreta. Cuando la realizamos, en la mayoría de los casos sin ser conscientes de ello, nos toca descansar y decir hasta pronto. La misión encomendada a Pilar fue un poquito compleja ya que involucraba a muchas personas, pero los resultados se han logrado con creces. Lo ha hecho tan realmente bien, que desde allí arriba se ha deseado que quedara un trocito de ella dentro de Sergio.

Carmen dijo...

Que hermoso homenaje le has hecho a Pilar, Félix. Y es así desde que comenzaste el blog hasta esta última y dignísima entrega, con un broche final que es para recordarlo toda la vida. Los seres que amamos nunca se van de nuestro lado, Víctor también lo sabe, y Pilar se sentirá orgullosa de haber vivido una vida plena, dando amor y recibiéndolo hasta el último momento. Como también lo estará de la fortaleza y sabiduría que ha sabido enseñarnos a todos, y muy especialmente a Sergio y a ti, y si alguna vez empezárais a flaquear, tened por seguro que ella estará ahí para poner orden.

No puedo decir nada más que ¡GRACIAS!.

Os queremos mucho
Mª Carmen

HijaDelAndasolo dijo...

Lo dicho mi querido Félix: nadie se muere en la víspera...y quienes se van antes que el resto es porque ya hicieron y bien hecho lo que tenían que hacer por acá.

Lo único que lamento es que se haya ido antes de yo poder conocerle en persona porque cada vez se acerca más el día en que llegue yo a España, pero por medio de este blog le fuí conociendo y sobre todo, admirando más con cada relato.

No te digo "lo siento", resulta que no se me da esto de el pésame, solo te digo, y lo sabés bien ( creo ) que no están solos ustedes los que se quedan más tiempo por estos lados.

Un fuerte abrazo fraternal Félix, extendido para tu familia y para todos aquellos que quieren a Pilar.

Juana.

Unknown dijo...

Estaba convencida de que todo iba a salir bien, tan convencida, que me cogió de sorpresa.
Únicamente he rezado una vez, lo hice por alguien muy querido para mí. No tuve la menor respuesta y mi petición fue ignorada. Me juré que jamás volvería a rezar.
Hace unas semanas, cuando no aparecías en el foro ni hacías entrada en el blog, me asusté, y sin darme cuente me sorprendí a mí misma implorando en silencio, “por favor, por favor que no le haya pasado nada”. Cuando apareciste en la entrada anterior, con tanto optimismo, me dije que al menos esta vez sí me había escuchado. Bajé la guardia, y la noticia del fallecimiento de Pilar me cogió desprevenida. ¿Cómo puede afectarme tanto la muerte de una persona desconocida? Te preguntarás, yo también me lo pregunto. Pero créeme, leer su blog, es como si la conociera, como si se hubiese ido una persona de mi entorno.
Sigue escribiendo, eso te ayudará, eso, y Sergio, que (si como dices, y no tengo duda, tiene tantos valores como los que tenía su madre) te ayudará a tenerla siempre presente.
Un abrazo para los dos.

Anónimo dijo...

Félix,
He seguido el blog y nunca he querido escribir, prefería llamar personalmente para saber el estado de mi amiga. Hoy al abrirlo y ver su foto he empezado a llorar pero con una sonrisa. El dolor es agudo, no puedo ni explicarlo, (ni con el fallecimiento de mi hermano me he encontrado tan mal). Pienso que están los dos charlando en algún sitio en estos momentos... La voy a echar tanto, tanto de menos pero como dices, está Sergio que cada día se parece más a ella, y quiero que sepas que hablo mucho con ella, todos los días. Y otra cosa OS QUIERO a tí, a tu hijo y a esos padres que son una verdadera maravilla.

Un beso muy fuerte

Anónimo dijo...

Un abrazo fuerte, Félix. Y gracias por este último texto, tan emotivo, tan digno...
Juan Valdivia

Charo Bolivar dijo...

Siempre he escuchado a mi hermana decir que no debemos tener lástima de los que mueren, sino de los que quedamos vivos, Nunca había acabado de entenderlo. Pero al leer tu entrada he comprendido que Pilar nos está mirando, sonriendo, mientras los que estamos aquí lloramos su ausencia. No es malo llorar, es peor no hacerlo, te lo digo yo que de eso entiendo.

No sé como se habrá tomado tu hijo la muerte de su madre, que sin duda debe de doler mucho. Pero hablas de los padres de Pilar, y como madre creo que no hay nada más duro que perder a un hijo, nada más doloroso y difícil de soportar. Una madre, un padre nunca debería sobrevivir a un hijo. Va contra las leyes de la naturaleza.

Pero bien, supongo que estos días te habrán dicho de todo y vale más dejar que las cosas vuelvan a su cauce y recordar lo bueno, los momentos alegres y felices. Es lo que tiene la memoria humana, que con el tiempo idealizamos los recuerdos y se convierten en dulces sensaciones de que ha valido la pena.

Ah! y cuando vuelva por Madrid, caerán unas cervezas, te lo aseguro. En honor de Pilar, por supuesto.

Un fuerte abrazo

Blanca Miosi dijo...

Félix, he leído tu última entrada al blog del acompañante. Sé que lo escribiste con el corazón en la mano y con los sentimientos a flor de piel. Sergio, digno hijo de su madre, es la prueba de su amor y de lo que ella legó. Pues dicen que es en los hijos que se conoce la valía de los padres, en este caso, Pilar dio un gran ejemplo.

La despedida a Pilar es signo de todo lo que ella dejó, amor, bondad, inteligencia, ternura, y mucha valentía para haber pasado todos estos últimos meses tratando de no hacer sufrir a los demás, porque créeme, amigo, uno sabe cuán se irá, se presiente, y ella quiso que hasta el último día ustedes no se preocuparan.

Un hermoso cierre para este blog que quedará flotando en el mundo cibernético como un eterno recuerdo de nuestra querida Pilar.

Recibe un fuerte abrazo, amigo,
Blanca

Anónimo dijo...

He esperado un tiempo para escribirte y darte mi adiós.
Necesitaba tragarme todo el dolor y la pena que me produce tu ausencia.
Ahora que ya he conseguido hablar de ti sin lágrimas ni angustia, ahora que me río al recordar nuestras bromas y nuestras cenas de los viernes, ahora es el momento de decirte algunas cosas.
Te voy a dejar escrita la carta que te prometí leerte cuando te curaras. En ella te hablo de conseguir la VICTORIA.
Y aunque nadie me crea, en cierto modo, sé que ha sido así. Has conseguido no una, sino muchas victorias.
Has conseguido dar paz, alegría, y sonrisas, a todos los que tuvimos la gran suerte de cruzarnos en tu camino.
Nos has enseñado a relativizar los problemas, a disfrutar el presente y el ahora, a ser humildes, a no llevar demasiado equipaje en esta vida, y a ser grande, muy grande de corazón.
¿Alguien puede decir que esto no es una VICTORIA?
Pilar te llevaré siempre conmigo, conocerte ha sido una de las cosas más maravillosas que me ha pasado.
Mi casa está llena de tus regalos, de los momentos compartidos juntas, pero yo estoy llena de TI.
VIVA LA CASA DE LOS NOMINADOS. (tú me entiendes...).
CARTA A PILAR.
Hace unas horas que te has ido de mi casa, y aunque son las 12 de la noche, sé que no podré dormir sin antes decirte algunas cosas.
Necesito hacerlo.
En estos años de amistad que me estás regalando, son muchas las cenas, conversaciones y viajes que hemos compartido. Todos llenos de esa absoluta complicidad que tu y yo tenemos.
Te aseguro que nunca pensé que el destino nos iba hacer compartir algo tan duro como esta enfermedad a la que vas a tener que enfrentarte y plantarle cara.
Conozco tu fortaleza y tu sentido del humor, sé de tu coraje y tu vitalidad, y lo más importante, cuentas con el mejor equipo, el más preparado y cualificado que necesitas, TU GENTE.
Desde que Félix me confirmó lo que yo tanto temía, he estado pensando como actuar cuando nos viésemos....
Será lo mejor hablar de ello?, será lo mejor hacer que no pasa nada?...
Pero claro, tú como siempre, decides hacer las cosas a tu manera. Y sin avisar previamente te presentas en mi casa el día que no te espero y que no tengo nada preparado. Y como siempre me lo pones muy fácil y haces que repare en mi total tontería. No tengo que hacer nada especial, porque no ha cambiado nada. Tú eres la misma.
Eres tú la que me dice. "Si un día hay que llorar, pues lloramos juntas, si toca reír pues reímos. Si otro día el silencio lo dice todo, nos callamos. Si te echo de menos, te buscaré, y si me asaltan las dudas y las preguntas te llamaré."
Sólo te pido querida amiga, que esta vez no me pongas las cosas tan fácil, quiero compartir esto contigo y ser testigo directo de tu VICTORIA.
Ya es la una de la mañana..., y antes de correr el riesgo de ponerme muy cursi (además llevo 2 vasos enteros de agua), lo mejor será irme a la cama.
Pero antes de acostarme, me quedo con una frase que nos hemos dicho hace unas horas. No la olvides nunca, yo no lo haré...
! MIENTRAS LA MÚSICA SUENE, TU Y YO BAILAREMOS.....!
Y la música para mí, nunca dejará de sonar en mi corazón...TE QUIERO. Y lo digo en presente, pasado y futuro.
Te voy a recordar cada día con una sonrisa, porque es de la única manera que puedo hacerlo.
Te voy a echar muchísimo de menos, y espero que con el tiempo esto duela menos.
Me quedo con las últimas palabras que nos dijimos en el hospital. Yo te dije, "Pilar te quiero", y tú me dijiste "Lo sé, yo a ti también".
Estas son las palabras que me están ayudando ahora. Como siempre, eres TÚ la que me lo pone más fácil.
Gracias.

Anónimo dijo...

A mi amigo Félix.

Este va a ser mi último comentario en estas páginas que has dedicado a Pilar y su enfermedad. Poco se ha dicho de tí, su marido, mi amigo. Tampoco voy a decir nada ahora, solo que ya sabes que te quiero, que te queremos, que eres el amigo que elegí en la famosa "casa de los nominados" y que nunca me has defraudado. Que te admiro, admiro tu valentía, tu entereza, tu sabiduría... en fin, debía decir esto para que los que me lean sepan que Pilar era un ser excepcional, y su marido también, y estoy seguro que ya lo sabían.

Sergio, vuestro hijo, al que queremos mucho, ha tenido la suerte de nacer de vosotros dos y tiene lo mejor de cada uno, será, ya lo es, como su madre y su padre, un ser genial.

Amigo, ya sabes, aquí me tienes como siempre.

Jose

Anónimo dijo...

No pensaba contestar a ningún comentario a la última entrada del blog, pero leyendo y llorando con los dos últimos, no me queda más remedio que hacerlo. Loli, Jose Antonio, habéis conseguido que llore otra vez. Vosotros dos sois la prueba palpable de la forma que tenía Pilar de hacer las cosas. Nos conocemos bien desde hace...¿Cuanto?. La casa de los nominados fue en el 2003, a finales, es decir, cinco años. ¿Solo cinco años?. Solo cinco años, y sin embargo, daos cuenta de la intensidad, de la fortaleza que tiene la amistad que hemos forjado, en buena parte gracias a Pilar, pero también gracias a vuestra sensibilidad, a vuestra vitalidad, a vuestra alegría de vivir, en una palabra. ¿como es posible que alguien a quien has conocido cinco años antes se convierta en tu mejor amigo?. Lo tengo muy claro: por que sois buenas personas. Resulta difícil expresar tanto dolor como el que expresaste en tu primer comentario, Jose Antonio. Te conozco muy bien, y sé de sobra que esas palabras te salieron directamente del corazón. No quise comentar nada, porque compartía plenamente tu rabia, tu dolor, y pensaba que era mejor dejarlo como tú lo habías expresado, porque expresarlo mejor me hubiera resultado muy complicado. Después se fueron añadiendo más comentarios, de familiares, de amigos, y ahora sí que me veo obligado a contestaros para daros las gracias a todos por vuestras palabras, que me han reconfortado de un modo del que no os podeis hacer idea.

Gracias, Anita. Te puedo asegurar que en todos y cada uno de mis escritos hay siempre algo de Pilar, Un gesto, una actitud, una idea, un chascarrillo...Me inspira, ahora y siempre, por esa fuerza vital que tantas veces he comentado.

Víctor, me han emocionado mucho las palabras que le dedicas a tu madre. Lo siento mucho, de verdad. Seguro que ella también te está protegiendo de alguna manera. Resultará curioso que dos tíos que no se conocen de nada físicamente (porque a nivel de sentimientos creo que nos conocemos bastante bien, amigo) se junten un buen día para cogerse una cogorza a la salud de la madre de uno y la mujer del otro. Resultará curioso, pero lo estoy deseando, de verdad.

Andrés, amigo, lo de tu padre ya lo sabía por tu estupemndo blog, y también lo siento mucho, pero también te digo que seguro que está más que orgulloso de la excelente persona en la que te has convertido. Gracias por tus referencias radiofónicas a Pilar y a mi (por cierto: me tienes que pasar el enlace de la última, para llorar a gusto una de estas noches).

Querido hermano. ¿Que puedo decirte a ti?. Tú adorabas a Pilar, y ella te adoraba a ti. La has llorado estos días con una sensibilidad que lo dice todo sobre ti. Estoy orgulloso de teneros, a ti, a Laura, a nuestros padres y a los padres de Pilar. En ese sentido es verdad que soy una de las personas más privilegiadas que pisan la tierra. Tienes razón en loque dices sobre la misión de Pilar. La ha logrado con creces, como muy bien dice también Loli.

Gracias también a ti, MCarmen, prima, por tus bonitas palabras. Yo también os quiero, y ahora no dudéis de que echaré mano de vosotros en más de una ocasión.

Juana, amiga, no pudo ser lo de conocerla en persona, pero la conoces en espíritu, y espero que cuando vengas a España podamos charlar un rato sobre ella, sobre ti y sobre lo que quieras. Hasta siempre, amiga.

MJesús, te preguntas que como puede afectarte tanto la muerte de una persona desconocida. Llega un momento en el que ciertas personas establecen vínculos más fuertes, en función de su emotividad, su sensibilidad o su bondad, que personas que llevan viéndose toda la vida. Tú tienes también un espíritu fuerte, eres una luchadora, como lo era Pilar, y por eso te sientes más dolida que muchas personas que la veían todos los días. La conocías solo a través mío, y sin embargo te habías formado una idea bastante clara de como era, por lo que me dices en muchos de tus correos y por la forma que has tenido de hacer comentarios en el blog.

Feli, que te he pillado, mujer. Lo sé, sé que la queríais tanto como ella y yo a vosotros, y que sufrísteis lo indecible con su pérdida. Acuérdate del día que vinísteis a casa. Luis estaba destrozado, igual que tu, y sin embargo, cuando vió a Sergio se vino de nuevo arriba, y dijo "verle así, con esa entereza, anima a cualquiera". Eso es lo que tienes que pensar. Pilar está en Sergio, pero también en cada uno de nosotros.

Juan, otro gran abrazo para ti, amigo, y ánimo, que lo que tenía Pilar era muy jodido. Llámame, por favor, que me dijo MCarmen que trataste de hacerlo y no hubo manera. Dentro de poco nos pondremos las pilas otra vez con el blog de cine.

Charo, ese es posiblemente el drama más completo de todo lo que ha ocurrido. Yo he perdido a mi mujer, Sergio a su madre, pero podemos superarlo, y con el tiempo, Sergio seguro y yo tal vez, podremos rehacer nuestras vidas, pero mis suegros...Joder, mis suegros han perdido a su única hija, y es verdad lo que dices, que es algo antinatural. Mis padres, el único problema que tienen con sus hijos, es que yo esté más o menos gordo, pero ellos...Me pongo en su lugar, y sufro lo indecible, porque además, tal y como era Pilar, imagínate lo que la querían. Mi suegra lo lleva mejor, porque exterioriza muy bien sus sentimientos y no para de llorar, pero mi suegro se lo está guardando todo, y me da miedo de que algún día estalle como una bomba de relojería. Menos mal que está Sergio para animarles y sentirse útiles, porque si no, no sé que habría pasado. Me ha emocionado la entrada que has dedicado a Pilar en tu blog. Os pongo a todos la dirección, por si quereis echarle un vistazo:

http://charobolivarindex.blogspot.com/

Blanca, apuntas en tu comentario, con esa inteligencia tuya, un asunto del que también se ha hablado bastante durante estos días. ¿Presentía Pilar algo?. Pilar era muy larga, muy inteligente, y al parecer, algo de lo que me he enterado después, hizo una buena limpieza de sus cosas antes de entrar al hospital para la operación. No lo sé, pero desde luego, si lo intuía, nadie se lo notaba. Pasó algunos días con la moral baja (y eso lo viviste tú en primera persona, Loli), pero remontaba con la misma facilidad con la que se había deprimido. Gracias por tu apoyo y tus sabios consejos, algunos de los cuales sabes que llevé a cabo.

Y a Loli...¿Que puedo decirte, amiga?. Has conseguido que ponga el teclado como una sopa, asquerosa. A Pilar le brillaban los ojos cada vez que recordaba esa frase. MIENTRAS LA MUSICA SUENE, TU Y YO BAILAREMOS. Habéis tenido tantos momentos de complicidad, tantas alegrías compartidas, tantas tristezas, tantos carabineros (¿te acuerdas?)...Solo puedo decirte que la música sigue sonando, y si no se escucha es porque cada uno la llevamos dentro, y claro que sí, claro que a Pilar le gustaría que bailáramos al son de la música, porque ella lo está haciendo, no te quepa duda. Y que iré a verte, y nos pondremos los dos a llorar, aunque me prometas lo contrario, y mientras nosotros estemos llorando, ella se estará riendo de nosotros como una descosida. Un fuerte besazo, amiga, y gracias por la carta.

Un fuerte abrazo a todos, desde lo más profundo de mi corazón.

Anónimo dijo...

Querido Félix:

No publiques esto, creo que tu blog está bien terminado.
Veo que tienes cerca mucha gente que te quiere. Cuídalos.

Un saludo,

Basilio

Anónimo dijo...

Alma, amiga, espero que perdones mi lapsus. Seguí más o menos el orden de los comentarios, y sin darme cuenta me salté el tuyo, precisamente porque eras la primera. No solo te agradezco tus palabras, tu cariño y tu apoyo, sino que has conseguido emocionarme con el enfoque que le has dado en tu magnífico blog, cada vez más impresionante. Os invito a todos a visitarlo, porque no os va a defraudar, os lo aseguro. La dirección es la siguiente:

http://almaleonor.spaces.live.com/blog/cns!375874968D08DC3!3548.entry?wa=wsignin1.0

Basilio, perdóna tú también mi torpeza. He publicado tu comentario sin leer que no querías que lo publicara. Lo siento, y te agradezco también tus palabras. Ya lo ves. Pilar se hacía de querer, y eso se ha notado hasta el último momento, se sigue notando todavía, y espero que se siga notando durante mucho tiempo (en mi caso durante toda la vida, seguro)

Gracias a los dos, y vuelvo a pediros perdón por los deslices

Anónimo dijo...

un abrazo muy grande.

Anónimo dijo...

Hola Felix
Que jodido leer esta noticia, sólo decirte que me encanta el homenaje que has hecho a Pilar, te prometo que a ella la voy a incluir como referencia en mi lista para seguir adelante en esta lucha y poder ganar esta dura batalla, muchas gracias por haber escrito este blog y si algún días vienes a Murcia estaría encantada de compartir unas cervezas a la salud de Pilar.
Un abrazo muy fuerte.
Lola P.

Ikki dijo...

Hola, te dejo una idea que a mi me ha dado luz:

Lo que sucede es que está mal interpretada la teoría.

Nosotros venimos de una vida eterna y se nos manda a este mundo a aprender y no a la inversa.

Mucha gente piensa que si no te portas bien en esta vida te vas a ir al infierno, sin saber que de la vida eterna nos enviaron a este infierno y que llegas aquí con una misión para poder trascender y regresar a la vida eterna.

Aquí vienes a sufrir desde que naces: el trauma del nacimiento, te caes, te pegas, te da hambre, sed, te rozas, te meas, te surras, tienes que aprender a ir al baño, las tablas de multiplicar, a hablar correctamente, te dan enfermedades a cada rato, dolores, traumas, perversiones, complejos, pasiones que te dominan, pérdidas, etc.

Por eso en este mundo es tan valorada la felicidad, porque aquí es poco común, sin embargo en la eternidad eso no te preocupa porque allá eso es lo común ser feliz, no te duele nada, no tienes necesidades físicas, ni sufrimientos.

Te mandan aquí para que aprendas ciertas cosas y según tu necesidad es lo que vivirás, te mandan en blanco, sin recuerdos para que el sufrimiento sea total, aunque a veces hay gente que llega más abierta.

Esto explicaría el porqué algunos niños se van pronto o porque no sirve de nada orar, la necesidad de aprendizaje se ha saciado y es hora de irse y punto.

No es posible pensar que por 100 años de vida (máximo), te condenes una eternidad al infierno. Más bien tú vives en una eternidad y te mandan a este infierno para aprender y evolucionar.

Por lo que debemos dejar de luchar y de preocuparnos por lo inevitable que es nuestra muerte y hacer de nuestra vida una gran obra, aprovechando nuestros talentos en pro de la humanidad; pero si por alguna razón no lograste hacer de tu vida la obra que esperabas, tienes otra oportunidad; tu muerte. Haz que tu muerte sea grandiosa, y que siempre seas recordado por ella, hazlo por una causa noble y justa.

ATTE.

Cofradia de la Abstracción