lunes, 9 de junio de 2008

A modo de presentación


Extraño título para un blog que habla de la lucha de una mujer por superar una enfermedad tan terrible como el cáncer. Hubiera sido más sensato llamarle “Lucha por la vida”, “Puedes superarlo”, “No te dejes vencer”... Pero “Acompañando a Pilar”... No parece tener mucho sentido, así que voy a tratar de explicar a que se debe esto. Difícilmente va a despertar el interés la palabra escrita si ya empezamos a cuestionarnos el propio título.

Es muy sencillo. Ni ella misma sabe que he creado este blog. Le comenté algo de pasada el otro día. Pienso que es posible que a mucha gente en su misma situación pueda venirle bien leer las aventuras que hemos vivido mi mujer y yo durante gran parte del año pasado y lo que llevamos de este. Para Pilar, mi mujer, y al final ha conseguido convencerme a mi de ello, no existen las medias naranjas, ni los medios kiwis, ni nada que se le parezca. El hecho de casarse, o no casarse, es absolutamente intrascendental. La gente no se une para formar una pareja indisoluble, o con objetivos vitales calculados de antemano. La gente se sumerge en el lío este de la convivencia simplemente porque existe una atracción, alimentada por una afinidad de criterios, de planteamientos culturales y vitales que coinciden en las dos personas. Si a esta atracción la condimentamos con un poco o un mucho de amor, según el caso, ya está formada la pareja. Hasta ahí, creo, todo el mundo de acuerdo.


La diferencia, lo que destaca nuestra relación de la de la mayoría de la gente que conocemos, es que ni Pilar es mi media naranja ni yo soy la media naranja de Pilar.

Hemos conseguido mantener una cierta independencia en nuestra vida, posiblemente motivada (posiblemente no: casi con toda seguridad) porque hemos sido muy independientes los dos desde nuestra más tierna infancia. Valoramos la individualidad, el propio criterio, por encima de todas las cosas, y eso nos ha permitido disfrutar, dentro de nuestro matrimonio, de una pequeña o gran parcela, según se quiera mirar, de intimidad e independencia de cada uno. Eso nos ha permitido, también, sobrellevar con entereza, e incluso con alegría, las largas separaciones que hemos tenido que soportar debido a mis desplazamientos por motivos laborales. Tenemos un amigo que declara convencido que hasta ahora hemos disfrutado del estado perfecto para toda pareja: durante la semana en otra provincia, y el fin de semana en casa. Así lo coges con más ganas, cuando estás en Madrid trabajando tampoco los ves, etc, etc. La verdad es que, debido a nuestra peculiar forma de ser, dedicábamos, durante los momentos libres que nos deparaba la semana, a cultivar nuestras aficiones sin posibles interferencias del otro o de las circunstancias que rodean una familia con un hijo de trece años. Pilar se apañaba perfectamente en la casa y yo me dedicaba por las tardes a los indeseables vicios de la lectura o la escritura.

Hablo en pasado, como podéis observar, porque debido a las circunstancias, y gracias a una rápida, eficaz e intachable gestión de la empresa para la que trabajo, pude volver a Madrid en el mes de Junio de 2007. Pilar fue operada de un tumor maligno en Marzo del mismo año, y posteriormente a la operación se sometió a sesiones de quimioterapia y radioterapia. De ahí la vuelta al hogar. En estos momentos, está de nuevo con la quimioterapia, ya que se le reprodujo el tumor a finales de marzo de este año.

Hasta tal punto hemos sido siempre independientes Pilar y yo, que jamás hemos pertenecido a ninguna asociación, ya sea lúdica, política, religiosa o de cualquier otro tipo. Hemos votado de todo, desde izquierdas hasta derechas, pasando por los ecologistas, y no nos hemos sentido representados nunca por nada ni por nadie. No hemos pasado ni por los boy-scouts, ni por los rockers ni por los mods. Tan mal nos miraban los de Rockola como los de Pachá, ya que nuestra forma de vestir ha sido siempre tan normal y anodina, que un primo mío la denominaba como “after-normal”, en un vano intento de catalogarla de alguna manera.

Declarar esto de la independencia me ha costado lo suyo, y comprendo que puede no caer demasiado bien, o incluso molestar, en una sociedad en la que lo primero que tienes que hacer es definirte, ponerte "al lado de..." si no quieres estar "en contra de...". Sé que esto de comprar un domingo el ABC, otro el Mundo y otro el País puede provocar serias controversias en el ánimo de muchos de los lectores que se asomen a esta páginas, pero prefiero declararlo desde el principio aun a riesgo de perder la mitad o más de los posibles lectores.

Somos unicamente dos personas que han decidido unirse en una aventura vital, que decidieron en un momento dado tener un hijo, valorando y sopesando todas las consecuencias de lo que puede suponer una decisión tan trascendental como esa, y que mantienen a toda costa, aún a riesgo de parecer insociables para un gran número de las personas de nuestro entorno, una parcela de independencia e individualidad que defienden a capa y espada contra viento y marea.


Por otro lado, no creo que exista nada más agradable, en estos tiempos de egocentrismo, de falta de solidaridad y de una manifiesta incapacidad para ponerte en el lugar del otro, que dedicarle unas páginas a la persona a la que quieres. Os puedo asegurar que la actual situación de Pilar ha influido para darnos cuenta de que existen en la vida cosas bastante más importantes que las que se consideran importantes hoy en día, como la riqueza, la fama o el prestigio social. Cada día para nosotros, desde el año pasado, ha sido como un regalo, y hemos aprendido a valorarlo como corresponde.


La idea es ir haciendo un poco de historia, desde los primeros síntomas, hasta que nos pongamos al día. No os preocupeis, porque los primeros que no queremos dramatizar somos Pilar y yo. Nos hemos tomado la situación con una entereza y un sentido del humor que sorprende a familiares y amigos, hasta el punto de que algunos empiezan a tacharnos de extraterrestres. No creo que los distintos episodios os resulten un peñazo insufrible. Al primero que no le apetece convertir esto en un culebrón lacrimoso es a mi. Todo lo contrario. Creo que escribir sobre el tema me ayuda a mantener la moral en buena forma.

Prefiero denominarme, pues, como un acompañante. Un acompañante de Pilar, mi mujer, y de Sergio, mi hijo. Un acompañante también, como no, de mi familia, de mis amigos, de mis compañeros. Un acompañante, en definitiva, en esta especie de aventura, a veces gratificante y en otras ocasiones no tanto, que es la vida.

14 comentarios:

Andres Pons dijo...

No tengo palabras. Me dejas realmente de piedra y muy afectado. Ojalá pudiese ayudarte en algo. Solo te puedo decir que lucheis hasta el final para derrotar juntos está enfermedad.

No creo mucho en rezos, pero a partir de este momento voy a rezar y para todo lo que necesites, solo dimelo. Si en mi mano esta ayudar en lo que sea, lo intentare. Por favor no te rindas y escribeme cuando quieras.

Un Afligido Saludo.

Anónimo dijo...

Gracias, amigo. Te agradezco no te puedes imaginar cuanto tus palabras y buenos deseos. De momento la cosa va bastante bien, así que lo mejor que puedes hacer es seguir estando ahí, escribiendo esas maravillas que escribes y deleitándonos con tus cada vez más imprescindibles actuaciones en la radio.

Un fuerte abrazo.

Carmen dijo...

Soy testigo, por nuestros vínculos familiares, de que sois la admiración de quienes os conocen por la entereza y valentía de las que estáis armados, y por saber aprovechar esta importantísima experiencia vital para crecer y conocer vuestro gran potencial.

A pesar de conocer, relativamente, de cerca lo que han sido para vosotros estos dos últimos años, no ha dejado de conmoverme esta sincera, sana y libre declaración tan especial sobre vuestra relación y sobre la actitud ante la vida. Es difícil ponerse en el lugar del otro hasta que no te alcanza la enfermedad, los problemas, el deterioro, la pobreza, las pérdidas, los estados vitales, que nos son comunes aunque tratemos de olvidarlos, hasta que un día no puedes porque te alcanzan de lleno. Son los hilos que forman el entramado de la vida, así como las satisfacciones los logros, la felicidad... lo que cambia es la actitud con la que se afrontan unos y otros, separándose para verlos en profundidad y no quedarse estancado ni en el sufrimiento ni en las comodidades de la vida. Y vuestra actitud, la de los dos, pero sobre todo la de Pilar son de lo más elevado. Ella está muy por encima de lo que le está ocurriendo en este momento. Consciente luchadora merece todo mi respeto mi admiración y mi cariño. Sois un ejemplo a seguir, lo digo de corazón.

Ánimo luchadores, superaréis todo esto, tenéis el arma más importante: el amor que vence a todo.

Mi más sincera felicitación por este blog.

TdeL dijo...

¡Hola!
Felixón, pues ya teneis Pilar y tu, otra acompañante. Cuenta conmigo. Y por favor, cuando digo "cuenta conmigo", entiendelo en su total expresión, a vuestra entera disposición, siempre.
Besos.AlmaLeonor

Juan Valdivia dijo...

¡Admirable, Felix!: tu actitud, la de Pilar...
Un abrazo fuerte y muchos ánimos

Anónimo dijo...

Gracias a todos por vuestras palabras de apoyo y cariño. Pilar ha estado leyendo vuestros comentarios y se ha emocionado. No conoce muy bien el funcionamiento de un blog, y se ha extrañado de la rápida respuesta de la gente. Os envía a todos recuerdos, un fuerte beso y los mejores deseos de felicidad.

Unknown dijo...

No diré que comprendo por lo que estáis pasando, jamás podría saberlo con exactitud. Puedo, en un último caso, hacerme una idea, pero sin pasar de ahí.
Dicen que para esta enfermedad la mejor medicina es, el buen humor, las ganas de vivir y el amor, y de eso os sobra, das fe de ello en tu texto, un texto perfectamente redactado, como es habitual.
Es por estas tres razones, por las que estoy convencida, que todo será una anécdota dentro de poco, estoy segura que muy pronto nos harás un relato manifestando que todo ha terminado, que Pilar está totalmente repuesta y que todo ha quedado atrás.
Un saludo para ti y un abrazo para Pilar

Víctor Hugo Escalante Razo dijo...

Amigo Félix, ¿qué decir que no te hayan dicho ya? Sólo que es muy grato conocer, aunque sea de esta forma, a una mujer con tamaños atributos como los de Pilar. Mis buenos deseos serán pocos en comparación con la capacidad de vida de ella, y otro tanto la tuya, amigo mío; de cualquier modo, se los dejo, que sabrán hacer buen uso del bien que se les desea a ambos, como han hecho hasta ahora. Los perros siguen ladrando, amigo mío, y aunque las barreras nos han llevado a una amistad poco ortodoxa, sabes que cabalgamos juntos. Dale a Pilar un aplauso desde este lado del Atlántico.

Anónimo dijo...

No voy a decir mi nombre porque aunque es muy posible que Pilar llegue a descubrirlo (su sexto sentido nunca le falla), prefiero no identificarme si no es imprescindible.
Creo Pilar, que fue hace unos 5 años aproximadamente cuando reparé en ti.
Intimamos poco a poco, y descubrí la cantidad de cosas que teníamos tu y yo en común, y sobre todo la cantidad de cosas que tú aportas a los que tienes cerca.
Siempre haces que los problemillas del día a día sean inexistentes, siempre ves el vaso medio lleno, siempre tienes una palabra amable, y siempre consigues que el tiempo vaya demasiado rápido cuando estoy contigo.
En tu equipaje jamás han tenido cabida los complejos, lo superficial, la vanalidad o el pesimismo. Siempre has conseguido relativizar las cosas, y después de hablar contigo un rato, es mi maleta la que aligeras sin que apenas me de cuenta de ello.
Bueno amiga, sigue luchando contra los malos, y nunca me dejes, porque si no estás al otro lado del teléfono cuando te necesito y si no te tengo a mi lado......nunca me podré quitar las gafas de sol.
TE QUIERO.

Anónimo dijo...

Otra de vuestras genialidades. Siempre me sorprendéis. ¿Qué puedo decir de "mi Pilar" en tan breve espacio?. Podría llenar cientos de blogs hablando de ella, de vosotros.
Pilar es fortaleza, es sencillez, es simpatía y sentido del humor, es entereza, es cariño, es lucha, es un ser que todos queremos tener cerca. Es esa amiga a la que admiro por muchas cosas.
Es totalmente cierto y real todo lo que dice Félix en su comentario. Presumo de pertenecer a su grupo de amigos desde hace casi seis años y cada día de esos seis años he aprendido algo nuevo de esta pareja. Siempre te aportan cosas positivas, siempre hay una razón, siempre hay una solución, siempre hay un motivo, siempre hay una sonrisa o una carcajada. Imaginaros ver la película "El Orfanato" entre carcajadas... Ellos son así. Pilar y Félix. Totalmente distintos uno del otro y tan iguales en su paso por la vida. En su actitud.
Como dice Mª Carmen en su comentario, sois la admiración de quienes os conocemos. Es cierto.
Este año y medio que lleva Pilar luchando contra esos "bichos malos" como ella los llama, ha sido una demostración de coraje a todas luces.
Una vez más ¡ánimo Pilar que tu puedes!. A tí, Félix, como siempre tú, admirable. Nunca dejéis de ser como sois. La gente que no os conoce, lo que se pierde. Siempre lo repito desde el día que os conocí en "la casa de los nominados": soy un privilegiado al teneros como amigos.
Os quiero.

Anónimo dijo...

Ah, ¿pero es que "El orfanato" no es de cachondeo?.

No, en serio: las carcajadas no encontrarían eco si no fuera porque vosotros teneis ese espíritu que se carcajea de todo, como nosotros. No somos ni más ni menos que nadie, ni nos queremos, creo, ni más ni menos que nadie, pero lo que sí hemos conseguido, a través de esta hostoria, es a saber valorar nuestros propios sentimientos desde un punto de vista más positivo, menos superficial que hace un par de años, por ejemplo.

Una situación así te hace descubrir al otro, y eso es lo que nos ha pasado. A veces, sobre todo al principio, nos hemos sorprendido a nosotros mismos por unas reacciones ante el otro que desconoceríamos en una situación normal. Es bastante difícil de explicar. Como muy bien dice MJesús, es una situación de la que puedes "hacerte una idea" cuando le ocurre a un familiar a un amigo, pero que no valoras en su inmensidad hasta que te toca vivirla a ti.

Gracias a familiares y a amigos como vosotros es mucho más fácil llevar esto para adelante. No os podeis hacer una idea de las "hondonadas de hostias" que le caen al "Alien" cada vez que nos juntamos y nos carcajeamos del Universo.

Un besote muy fuerte, y a seguir nominados, que gracias a eso nos repartimos la fuerza vital.

Andres Pons dijo...

En el próximo programa de radio os dedicara unas palabras.

Unknown dijo...

Hace ya unos años que os conozco y siempre me ha asombrado la fuerza y el coraje de Pilar, pero la entereza que ha mostrado en todo momento frente a esta enfermedad me deja sin palabras y hace de ella un modelo de vida a seguir, al igual que tú, Félix.

Sergio ¡tienes unos padres maravillosos!

Cuando sea mayor quiero ser como vosotros, chicos.

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Andrés. Será un honor. Avísame cuando vayas a hacerlo para estar pendiente o para escuchar después el post.

Elvira, tu tampoco estás mal. Muchas veces lo hemos comentado Pilar y yo. Has pasado lo tuyo, y lo estás pasando, pero siempre has demostrado unos cojones, un coraje y un sentido del humor digno de tener en cuenta. No sé quien tiene más suerte, si Andrea o Sergio.

Gracias por tus palabras, amiga, y a seguir luchando, que es lo que nos gusta.